Los pasteles de Belém (en portugués pastéis de Belém) son una de las especialidades más
características de la cocina portuguesa. Son conocidos mundialmente con el
nombre de pastéis de nata
(pasteles de nata). Son unas tartaletas rellenas de una crema de huevos elaboradas
según una receta secreta que no ha sido desvelada en casi doscientos años y
que, supuestamente, sólo tres personas conocen. Tanto la pasta como la crema
comienzan a elaborarse a puerta cerrada, en la llamada "oficina del secreto"
(oficina do segredo), en un proceso que dura dos días. La pasta está
hecha de hojaldre y la crema es una mezcla de yema de huevo, leche y azúcar. Se
comen tanto en caliente como en frío aunque yo los recomiendo tibios.
En cuanto a su historia se dice que
fueron creados por las monjas del monasterio lisboeta de los Jerónimos en el s.
XVIII. Debido a la revolución portuguesa de 1820 se decide cerrar el convento y
el panadero del monasterio decide vender la receta para conseguir dinero. El
afortunado comprador es Domingo Rafael Alves que en 1837 decide abrir junto al
monasterio la famosa pastelería Casa Pastéis de Belém. Esa pastelería convirtió a estos pastelitos en los más
famosos de Portugal.
PASTÉIS DE BELÉM
50 ml de nata para montar
4 yemas de huevo talla L
3 cucharadas de azúcar
2 cucharadas de harina de trigo
1 palo de canela
La piel de un limón (sin la parte blanca)
½ cucharadita de extracto de vainilla (opcional)
1 pizca de sal
Hojaldre para la base
ELABORACIÓN
Poner a fuego lento e ir removiendo con
un batidor unos 15 min o hasta que espese. Pasar por un colador y pegar a la
superficie de la crema un papel film para evitar que al enfriar le salga
costra. Dejar enfriar.
Recortar 12 círculos de hojaldre y
colocar cada uno dentro los huecos de una bandeja de las que se usan para hacer
magdalenas. Meter en la nevera hasta que endurezcan un poco.
Precalentar el horno a 190ºC y rellenar el hojaldre
con la crema fría hasta ¾ partes de su capacidad. Introducir al horno durante 30-40
min o hasta que estén dorados. Servir templados espolvoreados de azúcar glass y
canela.
Notas de Elisa:
-
Cuando hago un postre que
lleva leche uso leche entera fresca, de esa que están en la zona de
refrigerados y salen más ricos.
-
Cuando están en el horno,
estos pasteles suelen subir mucho pero al enfriarse se desinflan.
-
Si usáis hojaldre casero
ganaran seguro.
- Salen unos 12 pasteles pero J y yo nos comimos cuatro de una sentada.
Me recuerdan mucho en sabor a los pasteles de arroz vascos, pero éstos últimos no llevan hojaldre.
ResponderEliminarTengo muchas ganas de hacerlos, te han quedado súper apetitosos
La pastelería portuguesa es muy a tener en cuenta.
ResponderEliminarÉstos tienen una pinta buenísima, cuatro me parecen pocos!