He de reconocerlo, estoy obsesionada. Desde que cayó en mis manos esta receta de bizcocho estaba buscando la excusa perfecta para hacerlo. Y qué mejor excusa que celebrar el primer aniversario de Whole Kitchen y poder participar en el estupendo Concurso Aniversario que han organizado.
Es un bizcocho dorado, suave, delicado y con un sabor tan característico que me recuerda a los dulces árabes. Pues imaginaos ese sabor en versión bizcocho, increíble.
Sólo deciros que en casa hemos empezado a comerlo y solo se oía esos suspiros de placer resposteril tan significativos.
La receta original de Smitten Kitchen no es exactamente cómo yo la he hecho, pero la he adaptado a mis gustos, al tamaño del molde y por supuesto, a la facilidad de encontrar los ingredientes.
Este bizcocho es 100% recomendable y si queréis sorprender con nuevos sabores os animo a que lo hagáis.
Para un molde de plum cake de 23 x 10 cm (he usado molde de silicona y me ha ido genial)
220 gr de harina tamizada
½ cucharada de levadura tipo Royal
½ cucharadita de bicarbonato sódico
Una pizca de sal
1 ½ cucharadita de canela en polvo
¼ de cucharadita de nuez moscada
70 ml de aceite de oliva suave
120 ml de miel
150 gr de azúcar blanquilla
50 gr de azúcar moreno
2 huevos talla M ligeramente batidos y a temperatura ambiente
½ cucharadita de esencia de vainilla
120 ml de café templado (yo disolví 1 cucharadita de café soluble en 120 ml de agua templada)
60 ml de zumo de naranja (1 naranja)
Almendras laminadas
Precalentar el horno a 170-180ºC y preparar el molde, yo lo unté sólo con mantequilla. Si usáis un molde normal yo le pondría además un poco de harina.
En un bol grande se pone la harina, la levadura, el bicarbonato, la sal, la canela y la nuez moscada, mezclad. Hacer un agujero y añadid el resto de ingredientes. Mezclar muy bien con barillas.
Pasar al molde que tenéis preparado, espolvorear con las almendras laminadas y llevar al horno 40-45 min o hasta que al introducir una brocheta en el centro del bizcocho os salga seca.
Dejar reposar 15 min antes de desmoldar y luego dejarlo en una rejilla hasta que enfríe.
Se puede acompañar con una taza de café o un buen té, yo además le he puesto un poco de crema de queso que me quedó de las Red Velvet cupcakes, sin palabras.
Consejo: Si usáis primero el recipiente para medir el aceite y luego el mismo para la miel, ésta se desprenderá perfectamente.
ENJOY IT!!
Me chiflan los sabores árabes!
ResponderEliminarOye, pues sí que se me actualizaban tus entradas... ;-)
Hola, te ha quedado muy bonito el bizcocho.
ResponderEliminarCon tu permiso me quedo por aqui.
Saludos.
Isabel, si te gustan los sabores àrabes tienes que probar este bizcocho.
ResponderEliminarAnmar, tienes todo mi permiso para quedarte.
Saludos.
Holaaa!! Que bonito te a quedado, se ve delicioso, esta la tengo que probar! Un besete.
ResponderEliminarMe encantan este tipo de bizcochos y la miel, qué bueno...
ResponderEliminarUn beso.
Muchísimas gracias por esta receta tan estupenda. La he hecho hoy y, aunque no tenía esencia de vainilla, ha salido delicioso.
ResponderEliminarEl único problema, no sé si hay sido por el recipiente o qué, es que ha tardado como una hora en cuajarse :-), pero ha merecido la pena.
Gracias,
Carmen